La villa tiene una superficie de 39.74 kilómetros cuadrados, situados entre los relieves de la Sierra de Almijara y el mar Mediterráneo. En la vertiente sur de esta sierra, a 300 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la villa de Frigiliana.
Iglesia de San Antonio, construida en 1676.
Castillo de Frigiliana o de Lízar
Es un castillo en ruinas situado en el cerro de la Sabina, en la localidad malagueña de Frigiliana (España). Quedan los restos de los cimientos, un muro y parte de la rampa de acceso.
Se trata de un castillo de origen árabe construido entre los siglos IX y XI. Después de que Granada fuera conquistada por los Reyes Católicos en 1485, en Frigiliana se concentraron los rebeldes de la zona de Málaga y Granada. Tras la batalla del Peñón de Frigiliana en la revuelta morisca en las Alpujarras, la fortaleza fue destruida en 1569 por orden del Comendador Mayor de Castilla, Luis de Requesens, quien había conquistado el castillo y la ciudad. Parte de los sillares del castillo se usaron para construir el palacio de los Manrique de Lara.
Tenía una superficie aproximada de 4000 m² y suministro de agua gracias a una acequia alimentada por un acueducto.
Cuenta con la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Palacio de los Condes de Frigiliana
Finalizado el siglo XVI, los Manrique de Lara, que poseían el señorío de Frigiliana y sus tierras desde 1508, levantaron su casa solariega.
Se trata de un gran edificio, de estilo renacentista. Ocupa una superficie de más de 2.000 metros cuadrados, se construyó en parte con materiales procedentes del castillo árabe.
Hoy todavía se puede apreciar la capilla, salones, escaleras, techumbre, puertas, herrajes, caballerizas como eran hace más de cuatrocientos años. Resulta interesante, en la fachada, los bellos esgrafiados, las antiguas rejas, los balcones, el reloj de sol y las hornacinas, que estuvieron consagradas a San Raimundo y a la Virgen del Carmen (de hecho, los envases de la miel llevan este nombre).
En 1930 Don Manuel Falcó y Álvarez de Toledo, conde de Frigiliana, hizo escritura de venta de sus propiedades en estos lugares, por la cantidad de 140.000 ptas, a favor de la familia de la Torre y desde entonces son ellos los dueños del Ingenio.
Desde 2006, cada año se celebra en el pueblo La Ruta de la Tapa, dentro de la programación del Festival Frigiliana 3 Culturas. En 2014 se celebró el Primer día de la miel de caña, este pasado mes de abril ha tenido lugar su segunda edición.
Escudo cortado: 1.º, de gules, dos calderas jaqueladas de oro y sable, puestas en palo y gringoladas, o sea, con cuatro sierpes de sinople salientes de cada lado de las asas, dos hacia dentro y dos hacia fuera; 2.º, de plata, la cordillera de sinople, sumada (en realidad, adiestrada en jefe) del castillo de gules. Al timbre, corona condal.
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Hacía el 3000 a. C., finalizando el Neolítico, el hombre primitivo vivió en cuevas y abrigos rocosos de estos parajes, donde posteriormente se hizo sedentario. Hay en Frigiliana, al noroeste del casco urbano, un importante menhir que, por sus características, se puede afirmar que corresponde a la cultura de El Argar.
Los colonizadores fenicios dejaron una necrópolis paleopúnica de túmulos, del siglo VII a. C., en el primitivo Cerrillo del Tejar, hoy conocido como el Cerrillo de la Sombras, de la que se conserva la necrópolis. Fuera de estos lugares también han aparecido monedas de las épocas fenicia y romana. Como las que aparecieron en el Cerrillo del Tejar en 1965.
En los primeros años del siglo V, el Fuerte romano de Frigiliana fue destruido parcialmente por los pueblos vándalos.
Es probable que desde esa época, según Plinio el Viejo, la agricultura extensiva de Frigiliana fuese el viñedo. Actualmente se ha sustituido por el cultivo de frutos tropicales.
En el 711, con el desembarco del capitán bereber Tarik en Gibraltar, se inició la conquista musulmana de la Península, quedando toda esta comarca bajo el poder del Islam.
Los árabes introdujeron la transformación de la agricultura construyendo parte del sistema hidráulico de acequias y albercas que todavía se conservan. Introdujeron cultivos nuevos como la caña de azúcar y variedad de cultivos de huerta.
Finalizando el siglo IX, se levantó el castillo árabe, que ocupó una superficie de unos 4.000 metros cuadrados, Disponía de agua procedente de la acequia, que le llegaba a través de un pequeño acueducto que había construido anteriormente para el servicio militar de la fortaleza. Esta importante defensa fue destruida por los ejércitos cristianos en 1569, tras su rendición a las tropas de Luis de Requesens, en una de las últimas acciones contra el levantamiento morisco, ya que en ella se habían concentrado los huidos de la Alpujarra y de la comarca de Vélez. Los moriscos fueron enviados a Extremadura, Zamora, etc, y Frigiliana fue repoblada por cristianos viejos procedentes de Granada y Valencia fundamentalmente. Sólo queda del castillo algunos restos de su cimentación y parte de la rampa de acceso. También se sabe que hubo una pequeña presencia de judíos españoles y conversos. La villa de las Tres Culturas se califica en varios azulejos, existiendo una fuente con los tres símbolos: la cruz, la media luna y la estrella de David; en Calle del Inquisidor.
En 1982 se colocó en las paredes del barrio morisco, doce paneles de cerámica donde se narra el levantamiento de los musulmanes y la batalla del Peñón de Frigiliana.
Finalizando el siglo XVI, los Manrique de Lara, de la nobleza malagueña, que poseían el señorío de estos lugares desde 1508, levantaron a sus expensas la casa solariega conocida hoy por el Ingenio o Casa de los Condes. Este gran edificio, de estilo renacimiento, cuya superficie sobrepasa los dos mil metros cuadrados, se construyó en parte con materiales procedentes del castillo árabe. En la actualidad, esta enorme mansión está destinada, entre otras actividades, a la fabricación de la única miel de caña que se produce en Europa. Levantaron asimismo estos señores, también por estas fechas, el palacio del Apero, destinado a granero, caballerizas y útiles de labranza. Actualmente está destinada en su parte baja a Oficina de Turismo y salón de exposiciones y en el parte alta a Biblioteca Municipal.
El 24 de mayo de 1640, por real cédula de Felipe IV se concedió a Frigiliana el título de Villa, independizándose, de esta forma, de la jurisdicción de Vélez-Málaga. Se creó el término municipal, se establecieron el Ayuntamiento y la Justicia y se formó el primer censo de población, que dio 160 habitantes.
Por estas fechas, el señor de la Villa construyó la Fuente Vieja, a la que entonces se dio el nombre de Fuente Nueva, colocando en ella su escudo de armas.
En 1676 se terminaron las obras del templo parroquial, costeadas por Manrique de Lara, señor de la villa, y dirigidas por el arquitecto Bernardo de Godoy. Ocupa esta construcción una superficie de seiscientos veinte metros cuadrados y, en general, es de estilo renacimiento. Tiene planta de cruz latina, con ábside en el presbiterio. El cuerpo principal del edificio lo componen tres grandes naves, siendo más espaciosa la central. Más recientemente se ha modificado el Retablo frontal, los tronos de algunas imágenes y se está intentando sacar a la luz algunas pinturas que en un principio tuvieron los arcos laterales.
En el siglo XVIII se hizo cargo de la parroquia D. Bernardo de Rojas y Sandoval, permaneció como cura párroco durante cuarenta y siete años; fomento la reglamentación de las cofradías locales, hizo fundaciones de obras pías y capellanías. Era un excelente calígrafo, dejando un curioso archivo de interesantes documentos. A final de este siglo se reglamentó la cofradía de las Benditas Ánimas que tenía por cometido aplicar misas por las almas de los difuntos y hacer novenas. Los hermanos mayores más antiguos de los que se tiene referencia fueron D. Antonio Rodríguez y D. Andrés Arrabal.
En 1771 se aprobó la constitución de la hermandad de Nuestra Madre y Señora de los Dolores; al año siguiente la hermandad adquirió túnicas para uniformar a los hermanos en las procesiones, siendo por tanto la primera vez que se usaron en Frigiliana. Son de este siglo la carátulas de los apóstoles que salen en las procesiones de Semana Santa.
En 1752 se inició en Frigiliana la composición del catastro llamado del Marqués de la Ensenada, que se conserva en el ayuntamiento. Como documento estadístico es de un valor incalculable, lo mismo que como obra histórica y caligráfica.
En 1767 se construyó un silo para el almacenamiento de granos en los Pósitos, situado en lo que actualmente son las primeras casas de la calle Real, en su parte izquierda.
Los primeros años del siglo XIX el pueblo se vio envuelto en la guerra contra los franceses, es famoso de esa época el cura-guerrillero D. Antonio Muñoz. Entre los años 1810 y 1812 desaparecieron en Frigiliana varios soldados franceses, estos tomaron venganza y ahorcaron a algunos vecinos de la villa en el paraje “La Horca”, nombre que recibió el lugar a partir de estos hechos. A mediados de 1812 no quedaron tropas francesas en esta zona.
En noviembre de 1833 fue cuando Frigiliana perteneció oficialmente a la provincia de Málaga, ya que hasta esta fecha dependió indistintamente de la Intendencia de Málaga o de la Real Chancillería de Granada. Por esta mismas fechas ya se tiene constancia de la existencia de la Casa Consistorial en el mismo lugar donde se encuentra actualmente, donde el Ayuntamiento en 1844 redactó las primeras ordenanzas municipales de la villa.
El final del siglo XIX presidido por varios acontecimientos de interés como las partidas de bandoleros que sembraron el terror en Frigiliana y sobre todo la aparición de la filoxera que afectó a los viñedos y supuso la ruina de muchas familias.
Siglo XX
Los albores del siglo XX llevaron a Frigiliana los primeros síntomas del progreso cuando la empresa Nuestra Señora de los Ángeles instaló tendido eléctrico en el término municipal, y se inauguró un año después el primer alumbrado público con un presupuesto total que ascendió a 950 pesetas. Pero la constante de estos primeros años de la centuria fue la crisis económica arrastrada ya desde el siglo anterior, reflejada en el territorio de Frigiliana en una crisis agraria que llegó a límites de desesperación y que produjo varias manifestaciones de obreros y sus mujeres a las puertas del Ayuntamiento pidiendo “pan y trabajo”.
La década conocida en España como "Los locos años veinte" estuvo marcada en la Villa por los reiterados terremotos de 1921, 1922 y 1924 a lo que se sumó el devastador huracán de 1928 que arrasó todo lo que encontró a su paso ocasionando un muerto, varios heridos e incuantificables destrozos en los campos.
Las convulsiones políticas que desembocaron en la dimisión del gobierno de Primo de Rivera dieron paso a las elecciones municipales de abril del 1931. El 26 de febrero de 1936, tras las elecciones generales celebradas en pasado día 16, se destituyó la Corporación Municipal existente haciéndose cargo del Ayuntamiento el Bloque Popular de Izquierdas (Frente Popular).
Frigiliana ha sido galardonado dos veces en el Concurso de Mejora y Embellecimiento de los Pueblos de la Provincia: 1961(segundo premio) y 1967 (primer premio). En 1982 recibió el Primer Premio Nacional Embellecimiento de los pueblos de España y en 1988 fue galardonada con el Primer Premio del Concurso de Mejora y Embellecimiento de los Pueblos de Andalucía.
En el siglo XXI se recuperó el núcleo poblacional de El Acebuchal, que se despobló en la Guerra Civil.
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